EQUO denuncia que la desigualdad es una amenaza para la cohesión social y la democracia

El partido ecologista entiende que las escandalosas cifras de pobreza, marginalidad y, especialmente, la creciente desigualdad social y económica son el caldo de cultivo perfecto para actitudes antidemocráticas como el racismo o la violencia. EQUO reclama al gobierno andaluz un plan de rescate urgente y una visión estratégica a largo plazo para acabar con el subdesarrollo y la precariedad

EQUO ve con enorme preocupación las cifras publicadas por Intermon-Oxfam y una veintena de asociaciones que revelan una brecha cada día más profunda y consolidada entre una parte de la sociedad con cierta estabilidad laboral y social y un creciente sector abocado a la marginalidad, la pobreza e, incluso, la pobreza extrema. EQUO no sólo lo considera un problema humano de primera magnitud (más de 1,3 millones de personas con empleo son pobres), sino una amenaza muy real para la cohesión social y la convivencia democrática y reclama al gobierno de Susana Díaz una reacción contundente.

En palabras de Carmen Molina, diputada autonómica y coportavoz de EQUO Andalucía: “La conformidad creciente de un partido que se llama “socialista” con estas cotas de desigualdad y marginalidad inéditas en décadas es alarmante. Su apuesta por la supuesta moderación de acordar con Ciudadanos, un partido neoliberal que quiere profundizar las medidas que nos han traído a esta situación revela que lejos está Susana Díaz y su partido de querer atajar las causas de la desigualdad. Aún estamos a tiempo, pero si no se reacciona, opciones políticas de odio y violencia, como en otros países europeos podrían surgir para recoger la desesperación creciente de un sector que no ve por ninguna parte esa recuperación de que tanto se habla.”

Isabel Brito, coportavoz de EQUO Andalucía, añade por su parte que “se hace necesario un doble enfoque de actuación. Por un lado, es urgente, es imprescindible acudir al rescate de todas esas personas que van quedando, cada vez más en la cuneta, y para eso, como ha dicho la GESTHA (Sindicato de Técnicos de Hacienda), es imprescindible que paguen impuestos quienes de verdad tienen los recursos, llegando al nivel medio de impuestos de la UE. Pero este rescate no tendría futuro si no planteamos un modelo de desarrollo andaluz propio, basado en otros sectores distintos al ladrillo, la minería y el turismo de masas. Eso, ya lo sabemos, nos aboca a la miseria y la dependencia. Andalucía necesita apostar por otros modelos, más volcados en los recursos propios, como las energías renovables, la agroganadería ecológica, el turismo de calidad, cultural, natural y de nicho. Hace falta darle la vuelta a la economía andaluza para ponerla al servicio de la gente y para que mire al futuro, no al pasado.”

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